En este mismo orden fiscal, se ha detectado el frecuente uso de las loterías como instrumento de fraude fiscal. La compra de billetes de lotería no puede ser explicada por modelos de decisión basados en la maximización del valor esperado. Si el valor del entretenimiento u otro valor no monetario que se obtiene jugando es lo suficientemente alto para un individuo determinado, la compra de un billete de lotería podría representar una ganancia de utilidad general.
En tal caso, la desutilidad de una pérdida monetaria podría ser superada por la utilidad esperada combinada de la ganancia monetaria y no monetaria, haciendo así de la compra una decisión racional para ese individuo. En este tipo de lotería, la probabilidad de ganar el premio mayor es de 1 entre La probabilidad de ganar el premio mayor es de 1 entre Aunque ninguno de estos premios adicionales afecta a las posibilidades de ganar el premio mayor, sí mejoran las probabilidades de ganar algo y, por tanto, añaden un poco al valor del billete.
A medida que se van "cantando" las barajas los jugadores apuntan en sus cartones las que van teniendo. Las loterías, como cualquier otra forma de juego, son susceptibles de fraude, a pesar del alto grado de escrutinio alegado por los organizadores. Existen numerosas estafas de lotería. Algunas estafas de anticipos en Internet se basan en loterías. El fraude comienza con un spam en el que se felicita al destinatario por haber ganado recientemente la lotería. Sin embargo, la venta de estos sistemas o programas es legal, ya que mencionan que el producto no puede garantizar una ganancia, y mucho menos un premio mayor.
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