El partido comenzó con el peculiar saque de centro, golpeando hacia arriba, por parte del conjunto visitante, con el objetivo de plantar su estructura en campo rival, lo antes posible. Logrando con ello, en cuestión de segundos, la primera ocasión del encuentro, en la cabeza de Arana, tras un centro perfectamente medido de Lago Junior. Un tanto que sirvió a los de Parralo para en lugar de venirse abajo, comenzar a controlar el partido a través de la circulación de balón, tratando de obtener, mediante ese juego posicional que viene caracterizando a los ferrolanos, los espacios adecuados a través de los que poder progresar.
Muestra de ello, fueron los numerosos balones recuperados por la zaga liderada por Jon García, a los pies de Manu H y Ruben Alves, muy condicionados por la presión asfixiante de los de Parralo, posicionados en la salida de balón rival, en un 3 — 4 — 3. Pese a este dominio, los de A Malata apenas contaron con ocasiones claras en lo restante de la primera parte.
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